Sus saberes ahora son reconocidos como patrimonio de la humanidad
El ron blanco Havana Club Añejo Tres Años es el típico ron para preparar cocteles. Es el producto insignia de la marca Havana Club y representa el 52% de sus ventas. ¿Qué tal un mojito? Lo que me hace preferirlo sobre otros cocteles de ron, como el daiquirí o la piña colada, es su refrescante hierbabuena. Y, ¿quién ha sido partícipe de la creación de este ron? La versión que se fabrica desde el año 1990 es la del doctor en ciencias Juan Carlos González Delgado. Dice que este producto es la más significativa para él, pues a través de él aprendió a hacer ron. Juan Carlos es uno de los Primer Maestro del Ron Cubano junto con el doctor en ciencias César Augusto Marcelo Martí, quien aporta sus saberes para la elaboración del ron a la marca CUBAY desde la Ronera Central, ubicada en Villa Clara.
El ron ligero se inventó en Santiago de Cuba en 1862 y cambió la manera de elaborar este licor en el mundo. A diferencia del aguardiente tradicional, el ron ligero implica la depuración de sus componentes y, al menos, dos añejamientos. En la isla caribeña, se han ido forjando y transmitiendo los saberes de los maestros del ron en espacios fabriles, lo cual reconoció como patrimonio cultural de la nación el Consejo Nacional de Patrimonio de Cuba el 14 de marzo de 2016. Además, de entre unas 600 solicitudes anuales recibidas por la UNESCO, ésta reconoció como patrimonio inmaterial de la humanidad los saberes de los maestros del ron ligero en Cuba el 30 de noviembre de 2022.
Para saber más sobre este patrimonio, mi amiga Emilita me lleva con Juan Carlos. Nos recibe en su casa natal. Sus pisos y ventanas son de madera, así como los muebles antiguos. Destaca su portal, donde tomar el fresco sentado en el mayor atractivo de la casa: el columpio, hecho de tablillas de madera pintadas de blanco y colgado con cadenas para soportar a una pareja. Así son las casas típicas de Hershey, el poblado cercano a la fábrica ronera Santa Cruz, donde se produce la marca Havana Club, propiedad de la joint venture entre la compañía cubana Corporación Cuba Ron y la francesa Pernod Ricard.
La industria de ron de Cuba está ligada a la industria azucarera y en Santa Cruz se encontraba el central Hershey, cuya primera producción se dio en 1919 y de la cual, el padre de Juan Carlos fue obrero. En dicha central se producía el azúcar que en principio se destinaba a la fábrica de chocolates Hershey, ubicada en el estado de Pennsylvania. Aún subsiste la vía del tren eléctrico, único en la historia de Cuba, que la transportaba al puerto de La Habana para navegar hacia los Estados Unidos.
¿Cómo es que Juan Carlos llegó a la industria del ron? Nunca pasó por su mente, a pesar de la cercanía de la fábrica. Él se graduó como licenciado en bioquímica por la Universidad de La Habana en 1976 y fue asignado por el Ministerio del Trabajo a trabajar en la ronera Santa Cruz. Desde el primer momento, le llamó la atención el proceso de añejamiento y le inspiró aplicar sus conocimientos de licenciatura a él. El ron ligero cubano no es un producto comunitario ni artesanal, como por ejemplo el mezcal en México, sino un producto industrial que debe cumplir con una norma. Sin embargo, hay cabida para la creatividad y para desarrollar saberes en cada una de las cuatro etapas de su fabricación, lo cual redunda en aromas y notas gustativas variadas.
Esta diversidad se nota en la colección de decenas de rones de Juan Carlos, organizados concienzudamente en la vitrina de su sala. Alcanzo a ver Ron Pacto Navío, Havana Club Selección Maestros, Havana Club Don Navarro; El Ron Prohibido Gran Reserva originario de México; Ron Botucal de Venezuela; Don Papa Rum proveniente de Filipinas, y más. El acompañante de rigor para los amantes de beber el ron derecho es el puro cubano.
En las regiones productoras del mundo, este licor se produce con jugos de caña y otros subproductos de la caña de azúcar, entre ellos, la melaza, utilizada en Cuba. En la fermentación, el primer paso, se mezcla la melaza o el subproducto empleado con levaduras y agua y se deja fermentar. El maestro ronero puede variar el tipo de levadura y la duración de la fermentación, aunque no debe exceder de 24 a 26 horas. Durante la destilación, el tipo de alambique o las columnas de destilación continua, usadas para el ron cubano, también aportarán sabores y olores distintos.
Otra variable con la que puede experimentar el maestro ronero es la cantidad de etapas de añejamiento. La norma cubana exige realizar al menos dos etapas (tres para los rones anejos) y añejar el ron en barricas de roble blanco por lo menos dos años. Las mezclas de ron base y de alcohol para matizar el aroma o para comenzar otro añejamiento también dependerán de los saberes del maestro. Es por ello que José Pablo Navarro Campa, el primer Primer Maestro del ron cubano y considerado el líder histórico del Movimiento de Maestros del Ron Cubano, decía que no se embotella un producto, se embotella una cultura. Lamentablemente, el falleció el 10 de septiembre de 2020.
¿Cómo conservar la tradición y continuar su evolución? A sus 71 años de edad y aún activo, Juan Carlos me responde que proteger el ron cubano es algo que lo inspira desde hace varios años a través de, por ejemplo, las normativas. Otra manera es a través del Movimiento de Maestros del Ron Cubano, fundado en 2001, que busca identificar en los espacios fabriles a aquellos hombres y mujeres que muestren actitud y aptitud hacia la cultura del ron cubano. El escalafón considera los niveles de Aspirante, Maestro y Primer Maestro. Hasta el año 2023, ha habido en Cuba dos Maestras, cinco Maestros y tres Primer Maestros.
Nos ofrece abrir una botella de ron Havana Club 15 años y me siento halagada. No quiero desperdiciarlo, así que le pregunto cómo degustarlo. Lo sirve en copas sobre la mesa de centro. Primero, hay que dejar que se oxigene para luego olerlo. Sigue saborearlo con la lengua, con la boca conforme la inunda y, finalmente, en la garganta. El Havana Club 15 años es de sabor intenso y duradero, inunda, calienta, pero es cordial al paladar, percibo sus notas de vainilla.
Sentados en el lugar más atractivo de la casa, el columpio, nos damos el tiempo para seguir saboreando la mayor posesión de Juan Carlos: su colección de rones.
Carla Pascual es autora de Descubrirme en Qatar, el único libro escrito en español y que ofrece la mirada de una latinoamericana sobre la cultura árabe musulmana, pues las narrativas sobre Arabia usualmente provienen de EUA y de Europa.
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